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Informe de la Organización Meteorológica Mundial

Objetivo, devastador y urgente

Carlos Amorín

20 | 5 | 2025


Ilustración: Ángel Boligan

Un reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) comprobó la ocurrencia de 151 fenómenos meteorológicos extremos durante 2024, como decenas de olas de calor, inundaciones y tormentas sin precedentes en todo el mundo.

La Tierra en llamas

El informe estableció que 2024 fue el año más caluroso jamás registrado, y que fue sacudido por “fenómenos meteorológicos extremos que se cobraron vidas, demolieron edificios y devastaron cultivos vitales. Más de 800.000 personas fueron desplazadas y quedaron sin hogar, la cifra anual más alta desde que comenzaron los registros en 2008”, consignó.

Olas de calor en Japón causando centenares de miles de casos de insolación, temperaturas que llegaron a extremos como a los 49,9 grados Celsius en Australia, 49,7 en Irán y 48,5 en Mali.

La región América Latina y el Caribe enfrentó en 2024 huracanes excepcionales, sequías intensas e inundaciones mortales que dejaron una “profunda huella” social, admitió el informe, señalando además que el escenario de fenómenos meteorológicos extremos se agravó por los altos precios de los alimentos, la pobreza, la desigualdad y “los crecientes niveles de hambre, inestabilidad política e inseguridad sanitaria y alimentaria”.

En 2024, los efectos de los fenómenos meteorológicos y climáticos “se extendieron en cadena desde los Andes hasta la Amazonía, y desde ciudades atestadas hasta comunidades costeras, causando importantes perturbaciones económicas y medioambientales”, dijo la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.

“Fue el año más cálido jamás registrado en América Central y el Caribe, y el año más cálido o el segundo año más cálido del que se tiene constancia en México y América del Sur”, precisó el reporte.

Nadie está a salvo

El calentamiento de los océanos y el deshielo de los glaciares y capas de hielo están acelerando la subida del nivel del mar, lo que “aumenta la vulnerabilidad de las comunidades costeras y las naciones insulares de baja altitud del Caribe” ante ciclones tropicales, agregó el informe.

El informe menciona la “sequía generalizada” que castigó a la Amazonía y al Pantanal, con lluvias “entre un 30 % y un 40 % inferiores a lo normal”. “El río Negro en Manaos, Brasil, alcanzó un mínimo histórico, y el río Paraguay, en Asunción, registró su nivel más bajo en 60 años”.

Las sequías y olas extremas de calor avivaron incendios forestales en la Amazonía y el Pantanal, así como en Chile, México y Belice.

Como contracara, en Rio Grande do Sul, Brasil, fuertes lluvias causaron inundaciones que dejaron millonarias pérdidas en la agricultura, “y se convirtieron en el peor desastre de naturaleza climática del Brasil, con más de 180 víctimas mortales”, añadió la OMM.

El mundo ya está sumido en una profunda crisis climática, asegura el informe de la OMM, y agrega que, por primera vez, los diez años más calurosos registrados ocurrieron en la última década. Sin embargo, las emisiones globales de carbono han seguido aumentando, lo que traerá consecuencias aún peores. Los expertos criticaron especialmente la purga de científicos y programas climáticos por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, afirmando que ignorar la realidad dejaba a la gente común pagando las consecuencias.

El recorte de las protecciones ambientales

La doctora Brenda Ekwurzel, de la Unión de Científicos Preocupados, condenó la eliminación de información climática en línea por parte de la administración Trump. “Los intentos de ocultar la ciencia climática al público no nos impedirán sentir los graves impactos del cambio climático”, declaró. “Este informe subraya la urgencia de que los líderes mundiales estén a la altura de las circunstancias, en lugar de recortar las protecciones ambientales y la ayuda federal para desastres, sacrificar la salud pública en aras del lucro privado de la industria de los combustibles fósiles y desmantelar las agencias que contribuyen a la formación de las bases científicas de nuestro conocimiento climático global”.

“El calentamiento global continúa sin cesar, tal como se predijo correctamente desde la década de 1980, y millones de personas sufren cada vez más las consecuencias”, declaró por su parte el profesor Stefan Rahmstorf, del Instituto Potsdam para el Clima, de Alemania. “Solo podremos detener la tendencia al calentamiento abandonando rápidamente los combustibles fósiles”.

Tenemos las soluciones, pero lo que nos detiene son las campañas de desinformación y el poder de presión de la industria de los combustibles fósiles”, añadió Rahmstorf. “Ignorar la realidad, negar las leyes de la física y silenciar a los científicos solo puede causar daño, y la gente común pagará las consecuencias”.


Fuentes: AFP, TVPe, The Guardian, El País y fuentes propias.