El grito desgarrador del embajador palestino ante la ONU
Con la apremiante situación que se vive en Gaza, donde Israel no sólo mantiene a cuentagotas el flujo de ayuda humanitaria, sino que dispara sobre civiles hambrientos, el embajador palestino ante la ONU Riad Mansur rompió a llorar en la Asamblea de Naciones Unidas.
Rel UITA
30 | 5 | 2025

Foto: Daniel García
“¿Cómo puede alguien soportar este dolor? Ver la situación de los palestinos sin que tengamos el coraje de hacer algo es insoportable para cualquier ser humano normal. Las llamas y el hambre están devorando a los niños palestinos”, dijo golpeando la mesa.
“Hay crueldad en los bombardeos, crueldad en la destrucción desenfrenada, crueldad en el bloqueo e incluso crueldad en la muy limitada distribución de ayuda. Nos preguntarán: ¿cómo pueden quejarse de que finalmente se entreguen alimentos después de haberse quejado de la hambruna? ¿Acaso cualquier ayuda no es mejor que ninguna? ¿Quién dijo que éstas deberían ser nuestras opciones?”.
En los dos días anteriores el ejército de Israel asesinó a 10 civiles que buscaban comida en un supuesto centro de distribución de ayuda e hirió a otros 62.
Este atroz crimen se cometió durante reuniones pacíficas de ciudadanos impulsados por la necesidad desesperada y el hambre extrema para dirigirse a lugares que supuestamente proporcionaban ayuda.
Los centros de distribución son instituciones paradójicas, no reconocidas por Naciones Unidas: fueron creados por la organización estadunidense GHF, que niega los principios de la acción humanitaria, a saber: humanidad, neutralidad, integridad e independencia, según denunciaron fuentes palestinas.
No son más, en definitiva, que una falsa fachada humanitaria de planes de seguridad racistas destinados a humillar, matar de hambre y, si es necesario, asesinar a los palestinos.
La enviada de la ONU para Medio Oriente, Sigrid Kaag, declaró ante el Consejo de Seguridad que los palestinos merecen más que sobrevivir.
“Los civiles de Gaza han perdido toda esperanza. En lugar de decir ‘adiós, hasta mañana’, los palestinos de Gaza dicen ahora ‘hasta pronto en el paraíso’. La muerte es su compañera. No es vida, no hay esperanza. Los habitantes de Gaza merecen más que sobrevivir. Merecen un futuro”, dijo.
