Análisis y desafíos del secretario de asalariados rurales de la CONTAG
Con Elías D’Ângelo
Asalariados rurales: la precariedad permanente
La Rel entrevistó a Elías, flamante integrante de la dirección nacional de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Agricultura (CONTAG), para conocer su análisis y desafíos al frente de la secretaría de asalariados rurales.
-¿Cuál es la principal problemática que enfrentan los asalariados
rurales en Brasil?
-Hay dos grandes problemas: la informalidad, que afecta a más de 60 por ciento de los asalariados rurales y los excluye de las políticas públicas y de muchos derechos, como por ejemplo el de la Previsión Social; y la mecanización del trabajo rural, no por la mecanización en sí misma sino por la falta de capacitación de los trabajadores para afrontar la nueva realidad laboral que exige un mínimo de escolarización.
Muchos de ellos son analfabetos, lo que torna aún más difícil su formación profesional, convirtiendo este punto en uno de los principales obstáculos que enfrentan.
-Con un 60 por ciento de los trabajadores rurales en la informalidad, estamos hablando de millones de personas…
-Sí, son más de 3 millones de trabajadores rurales en esta situación.
-Más el trabajo esclavo…
-En todos los estados de Brasil existe trabajo esclavo. Hay una lista actualizada de 500 empresas donde se detectó métodos de trabajo análogos a la esclavitud.
Cuanto más explotan a los trabajadores, más ganan, cuanto más evaden más ganan. Mientras el lucro determina las condiciones de trabajo en las grandes compañías, la falta de fiscalización del Estado dificulta que estas condiciones laborales análogas a la esclavitud sean penadas.
-Hay listas negras…
-Sí, pero además de estar en una lista negra, las empresas deben ser condenadas en el ámbito Penal, para que los responsables por promover el trabajo esclavo no paguen apenas una multa sino que vayan a la cárcel.
Que cese de una vez la impunidad que favorece que reincidan en el crimen, haciendo cada vez más difícil que se combata este flagelo. Hace 14 años que el Ministerio de Trabajo comenzó con un programa de combate al trabajo esclavo, y todavía está lejos de ser efectivo, al contrario, cada vez se agrava más debido a la inoperancia del propio gobierno y los trabajadores continúan siendo víctimas de este flagelo.
-No obstante, la impunidad, otro factor que incide en la precarización del trabajo rural es la falta de libertades sindicales. ¿Concuerdas con esa apreciación?
-Es cierto, es difícil organizar sindicalmente en muchos estados de nuestro país, porque hay un autoritarismo desembozado de parte del sector empresarial, y eso no se ha podido cambiar incluso después de décadas de democracia.
También hay una cuota de responsabilidad de nuestra parte, tenemos algunas deficiencias que salvar. Hay municipios muy alejados y aislados a los que no tenemos acceso, y eso favorece a la sobreexplotación de la gente.
-¿Cómo evalúas la posibilidad de un trabajo junto con la Rel-UITA y con la OIT?
-Considero que es muy importante para los trabajadores contar con este tipo de alianzas para la defensa de los derechos fundamentales de los trabajadores.
La UITA, particularmente, nos posiciona a nivel internacional y nos permite discutir, dentro y fuera de Brasil, las condiciones de trabajo para poder mejorar día a día la calidad de vida de los trabajadores rurales en nuestro país, y eso debemos aprovecharlo al máximo.
Foto: Gerardo Iglesias.