El dirigente reflexionó sobre la coyuntura en su país y en su organización
Héctor Ponce: “La unidad del movimiento obrero no debe ser un mero acuerdo de cúpulas”

Foto: Lucía Iglesias
En el marco de la LVIII Asamblea General Ordinaria de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), realizada el 18 de junio en la localidad de Rafaela, el secretario general del Sindicato, Héctor Ponce, realizó una serie de puntualizaciones sobre una variedad de temas que van desde la deuda externa nacional hasta la situación del gremio, pasando por la unidad del movimiento obrero argentino.
Ponce habló sobre el final de la asamblea, luego que los delegados congresales aprobaran por unanimidad la Memoria y el Balance correspondientes al ejercicio enero-diciembre 2013.
En primer lugar se refirió al fallo del juez estadounidense Thomas Griesa relativo al reclamo de los fondos buitre contra Argentina.
Ponce dijo que el fallo no era contra un gobierno sino contra el Estado argentino.
Para explicar su posición remontó a la génesis de la deuda externa, que se vio incrementada dramáticamente desde el golpe cívico-militar de 1976 hasta 2003.
Esta deuda, dijo Ponce, no es fruto de un desmadre de este gobierno sino más bien una consecuencia de las políticas que se implementaron hasta la aparición de Néstor Kirchner luego de la gran crisis de diciembre de 2001.
Argentina era hasta ese momento un pagador de servicios de deuda, no de la deuda misma.
“Ésa era la ubicación que para los grandes centros internacionales y las grandes corporaciones debía tener Argentina. Algo a lo que nosotros, como trabajadores y como argentinos, siempre nos opusimos y nos seguiremos oponiendo, más allá de un gobierno o de una coyuntura”, afirmó.
Unidad no es amontonamiento
En segundo lugar el secretario general de ATILRA se refirió a la situación del movimiento obrero y sus diversas centrales.
En este sentido, afirmó que dialoga frecuentemente con secretarios generales de organizaciones gremiales hermanas y que en cada diálogo mantiene la idea de que no debe confundirse la unidad con el amontonamiento.
“El movimiento obrero deberá decidir una unificación que esté basada en la voluntad de todos los trabajadores y no en un mero acuerdo de cúpulas, porque en esa clase de acuerdos no se tiene en cuenta a los protagonistas, que son, ni más ni menos, los trabajadores argentinos”, destacó.
Por último se refirió a la situación de ATILRA, focalizándose en lo que llamó la conciencia del mérito.
“Toda organización tiene mujeres y hombres que están en las buenas y en las malas y que luchan por los derechos de todos, y esto vale tanto para sus dirigentes, activistas y trabajadores de base”, señaló.
“Pero también están aquellos que se incorporaron a la organización en los últimos tiempos y que no deben atribuirse los méritos que otros han conseguido”, remarcó, precisando que no atacaba a nadie en concreto sino a quienes aprovechan eventuales discrepancias para perjudicar al Sindicato, “porque tienen una ideología antiobrera y antigremial”.
“No hay que hacerle el juego a los que pretenden el recorte de los derechos labores, como ocurrió en la década del noventa.
Eso no debe volver a ocurrir en Argentina, y si alguien procura regresar a ese pasado, sepa que esta organización estará donde sea necesario para defender a sus mujeres y sus hombres”, concluyó Ponce.