Asimismo, destacó que existen serios problemas de constatación de los cálculos salariales, de evaluación del desempeño sin la adecuada información a los trabajadores, así como la falta de acceso casi total a programas y servicios de salud, educación y vivienda.
Ante este escenario desolador, asume aún más importancia la decisión tomada por el SINTRACOBAL, en el marco de su Plan Estratégico, de expandirse a las fincas bananeras y los restantes eslabones de la cadena de valor de la industria bananera costarricense.
Además, en la finca Súper Amigos, situada en Sixaola, en la zona fronteriza entre Costa Rica y Panamá, el SINTRACOBAL está a las puertas de iniciar la negociación de un Convenio Colectivo, algo que sería histórico e impensable solamente hace unos meses.
La asamblea general del SINTRACOBAL ya dio mandato a su junta directiva para que convoque a una reunión a sus afiliados en la finca Súper Amigos, a fin de analizar y aprobar el Pliego de Peticiones.
“Este proceso lo hemos venido planeando con dedicación y tenacidad, por medio de estrategias de investigación, programación y alianzas, procurando no poner en riesgo la seguridad laboral de nuestros afiliados”, dijo a La Rel, Maikol Hernández.
Él asegura que el proceso de afiliación no va a parar y que los trabajadores, poco a poco, van convenciéndose que este paso les traerá estabilidad laboral y mejores condiciones socio laborales.
“Desde que entró el Sindicato a la finca se han visto cambios sustanciales. Ya la empresa nos paga las horas efectivas que trabajamos, ha bajado la rotación y hay menos presión.
Sentimos que algo está cambiando y estamos entusiasmado con la perspectiva de que se entre a un proceso de negociación colectiva. Esto va a permitir superar el miedo y generará una afiliación masiva interna, propagándose a otras fincas”, vaticinó Sánchez.
Poco distante de donde Alexander brinda su entrevista está Enrique Lorenzo López.
“Por cada trabajador que desafiliaba me garantizaban dos días sin trabajar y sin descontármelos del salario. Pero cuando comenzaron a no pagarme les reclamé, y finalmente decidí afiliarme al SINTRACOBAL.
¡Fue entonces que la empresa usó las ausencias injustificadas para despedirme! Estoy exigiendo que me reinstalen”, cuenta enardecido Lorenzo López.
Las difíciles situaciones que deben soportar las y los trabajadores que se afilian a un Sindicato en las fincas bananeras, suenan como insulto a la dignidad humana.
José Luis Torres, de origen nicaragüense, tiene 24 años de estar trabajando en las bananeras. Es el primer trabajador que se ha afiliado a la seccional del SINTRACOBAL en la finca Surá, comunidad Bananito Norte.
Contrariamente a lo que ocurre en Súper Amigos, acá el proceso es más lento. Ya hay seis afiliados y la represión es feroz, sin embargo la esperanza no mengua.
“Cuando la empresa comenzó a hostigar a la gente que pretendía acercarse al Sindicato, entendí que la única manera para defender nuestro trabajo era afiliándonos. Esto nos acarreó más hostigamiento y persecución.
La gente tiene un miedo terrible –continuó Torres– y es vergonzoso ver como los capataces y administradores amenazan a los trabajadores y nos mantienen atemorizados por ser despedidos.
Si por un lado esta situación me indigna profundamente, por el otro me da aún más coraje, porque la única forma de mejorar nuestra situación y garantizar nuestros derechos es manteniéndonos firmes”, concluyó el coordinador de la seccional del SINTRACOBAL en finca Surá.