
Lascompañas productoras de flores, en particular, han hecho de sus centros de producción verdaderos guetos laborales y humanos, impermeables a la acción sindical y de laspropias autoridades del Ministerio de Trabajo.
La representación de la OIT en Colombia ha pretendido -y aún pretende- visitas de reconocimiento y le ha sido imposible realizarlas.
La empresa CI Pardo Carrizosa Navas no escapa a ese panorama. En las dos primeras reuniones de negociación que se han efectuado, la empresa se niega a avenirse a respetar convenios laborales y a reconocer derechos básicos de los trabajadores.
Sintrainagro, la CUT, UITA y la UNAC considerarán a las negociaciones llevadas a cabo en esta firma otro testimonio a la hora de denunciar la actuación de los empresarios de la floricultura en Colombia.