Siete meses después de haberse constituido legalmente el sindicato no para de crecer
Con David Morales
En un clima complicado
SITRAABASA afianza su liderazgo
Siete meses después de haberse constituido legalmente el Sindicato de Trabajadores de Alimentos y Bebidas Atlántida SA (SITRAABASA), la organización sigue afianzándose cada día más. David Morales, secretario general de la Federación Sindical de Trabajadores de la Alimentación, Agroindustria y Similares (FESTRAS), nos comenta sobre los desafíos y la problemática que enfrenta la novel organización.
El SITRAABASA se conformó el pasado 5 de febrero en la planta embotelladora de Tuculután, departamento de Zacapa, adquirida el pasado año por Coca Cola Company, como resultado de un arduo y largo trabajo impulsado por la UITA y la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Coca Cola (FELATRAC).
“Desde que se conformó el Sindicato, el número de afiliados no ha dejado de crecer», dijo a La Rel, David Morales.
De acuerdo con datos brindados por FESTRAS, los afiliados son 340, de un total aproximado de 520 trabajadores que operan en la planta y los centros de distribución, es decir casi el 70 por ciento del personal.
Además, SITRAABASA y FESTRAS están ultimando la redacción del Pliego de Peticiones, que próximamente presentarán ante las autoridades laborales para instalar una mesa de negociación colectiva con la empresa.
Lo conquistado y lo qué falta
por conquistar
«Hay problemas -enfatiza Morales-, la empresa ha reestructurado una serie de rutas que provocó una sustantiva reducción de salario para los trabajadores y por otro lado, en forma arbitraria, se ha trasladado personal afectando el desempeño laboral de los trabajadores.
Durante la última reunión que tuvimos en Atlanta quedó constituida una mesa de diálogo para buscar solución a varios problemas. Sin embargo, después de una primera reunión en mayo pasado, la transnacional no ha vuelto a sentarse con sus contrapartes.
Morales advirtió, asimismo, la importancia de llegar a una rápida solución de estos problemas y poner fin a la falta de diálogo.
«En los trabajadores hay mucha incertidumbre y preocupación ante la dilación de las dificultades. Esperamos que la empresa cambie de actitud, porque va a llegar un momento en que no vamos a poder calmar los ánimos», concluyó el dirigente.
Fotos: Giorgio Trucchi