30ª Marcha del Silencio
Amalia Antúnez
21 | 5 | 2025

Foto: Daniel García
Ayer 20 de mayo, como siempre desde 1996, decenas de miles de uruguayos y uruguayas marcharon en silencio exigiendo memoria, verdad y justicia para los desaparecidos de la última dictadura cívico militar.
Sin dudas fue la marcha más numerosa. Se habla de que en Montevideo acompañaron la movilización unas 70 mil personas y hubo réplicas en la mayoría de las capitales del interior del país e incluso en el exterior, desde Argentina hasta varios países de Europa y en Australia.
Esta edición contó con la presencia de Jair Krischke, presidente del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Brasil (MJDH), asesor de la Rel UITA, que viajó desde Porto Alegre, acompañado del secretario Afonso Licks, especialmente para participar de la Marcha número 30.
A sus casi 87 años, Jair sigue militando, es incansable.
Anoche me tocó acompañarlo en el trayecto, que hizo en silla de ruedas.
Fueron varias las personas que se acercaron para saludarlo, agradecerle que haya venido a acompañar, regalarle algo, porque, aunque muchos uruguayos no lo conocen hay otros muchos que sí, en general gente a la que él salvó en los años de la dictadura, periodistas y activistas por los derechos humanos para los que Jair es referente.
“Siempre digo que siento una sana envidia de los uruguayos, porque lograron hacer de esta marcha una acción de conciencia colectiva contra la impunidad de los criminales de lesa humanidad, al tiempo que homenajean a las víctimas del terrorismo de Estado, recordándolas, exigiendo saber la verdad sobre su paradero”, dice emocionado Jair.