Fracasó la audiencia de conciliación por el proyecto Neptuno-Arazatí
El consorcio privado infraestructura Arazatí S A rechazó el acuerdo, pero la no comparecencia de la empresa estatal de aguas OSE en la audiencia solicitada por las organizaciones sociales indicó que el nuevo gobierno ha decidido por el momento no pronunciarse a favor o en contra del
cuestionado contrato.
Víctor L. Bacchetta
24 | 6 | 2025

Foto: Gerardo Iglesias
El Juzgado de Conciliación del 2º Turno, a cargo de la jueza Grisel Amaro, convocó el lunes 23 una audiencia de conciliación previa a la promoción del juicio para declarar la nulidad absoluta del contrato firmado entre el consorcio Infraestructura Arazatí SA y OSE por el proyecto Neptuno de provisión de agua potable a la región metropolitana.
La audiencia fue solicitada por la Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida (CNDAV) y el colectivo Los Tucu-Tucu, del departamento de San José, patrocinados por el abogado Juan Ceretta, coordinador de la Clínica de Litigio Estratégico de la Universidad de la República (Udelar), como una medida previa a la realización del juicio ordinario por la validez o no de ese contrato.
De acuerdo con las organizaciones denunciantes, el contrato Neptuno-Arazatí “es nulo de pleno derecho” porque en las cláusulas y garantías concedidas por el mismo al consorcio privado “se silencia el contrato más importante de todos: el que el Estado firmó con su ciudadanía”, refiriéndose así a la Constitución de la República y sus disposiciones al respecto.
“Lo que está en juego hoy no es simplemente la legalidad de un contrato administrativo: es la vigencia misma del pacto democrático que consagra el agua como un bien común, y su gestión como una obligación indelegable del Estado. Cuando el contrato superior se vulnera, ninguna cláusula pactada con un privado puede subsistir”, alegaron los solicitantes de la audiencia.
El contrato Neptuno-Arazatí, celebrado por el gobierno anterior del presidente Luis Lacalle Pou, delegó en Infraestructura Arazatí SA, firma creada por las empresas Saceem, Ciemsa, Fast y Berkes, la operación de la toma de agua bruta, el reservorio y el mantenimiento del sistema, convirtiendo estas partes del servicio de agua potable en fuente de rentabilidad de un privado.
En la audiencia de conciliación, los representantes del consorcio declararon que rechazaban “en todos sus términos” los hechos y la reclamación de las organizaciones sociales. En cambio, OSE como la otra parte firmante del contrato, no compareció y esto puede ser interpretado de diversas maneras.
La sentencia de Amaro dio por “inútilmente tentada la conciliación” pero, con respecto a la no comparecencia de OSE, señaló que debe tenerse presente lo dispuesto en el artículo 295.3 del Código General del Proceso.
De acuerdo con este artículo, “Si el citado no compareciere, se tendrá como presunción simple, en contra de su interés, en el proceso ulterior”.
Esto quiere decir que, en el juicio ordinario posterior promovido por la CNDAV y Los Tucu-Tucu, se podrá suponer en primera instancia que OSE no ratifica lo firmado en el contrato Neptuno-Arazatí.
O sea, que el actual gobierno presidido por Yamandú Orsi podría retirar la firma de OSE en ese contrato, facilitando así la declaración de nulidad absoluta reclamada por la demanda.
Mientras tanto, se está a la espera de la resolución del Tribunal de Apelaciones sobre la impugnación presentada por las mismas organizaciones sociales ante la sentencia del juez de primera instancia Hugo Rundie, quien denegó la medida cautelar que solicita suspender toda acción relacionada con el proyecto hasta tanto no se resuelva la demanda de nulidad del contrato.