Con Martín Cardozo
Sundiro Holdings y su trama en Uruguay
En lo que lleva en el país, la transnacional china cuenta con una trama rebuscada que involucra desde deudas millonarias con productores, consignatarios de ganado, Estado y trabajadores, hasta contenedores con carne parados en el puerto.
Amalia Antúnez
07 | 12 | 2023
Foto: Amalia Antúnez (archivo)
“Antes que nada hay que aclarar que lo que se estuvo difundiendo en algunos medios, de que tanto en frigorífico Rosario como Lorsinal se retomarían actividades en diciembre, no es así”, aclaró Martín Cardozo, presidente de nuestra afiliada la Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines (FOICA).
La falsa noticia había circulado la semana pasada en medio de la visita del presidente Luis Lacalle Pou, donde realizó gestiones ante Sundiro Holdings por la situación de los dos frigoríficos que la empresa asiática posee en Uruguay.
“Se trató de un intento de esta empresa de realizar algunas faenas para no perder la habilitación como exportador pero nunca se habló de la reactivación de las plantas. De hecho, hasta ahora no tienen una fecha para el retorno de actividades”, explicó el dirigente.
A principios de este año, el frigorífico Lorsinal detuvo la producción porque la empresa mantiene una deuda que alcanza casi los 7 millones de dólares con los consignatarios de ganado. En julio se paralizó Rondatel, en la ciudad de Rosario, departamento de Colonia.
Tanto la FOICA como el Sindicato de Empleados de Matadero Rosario (SEMAR), que representa a los trabajadores y trabajadoras de Rondatel se vienen movilizando de forma permanente para subsanar la situación, que afecta, entre los dos frigoríficos, a cerca de 700 familias.
“Primero se luchó para que los compañeros y compañeras de Rosario y Lorsinal accedieran a una prórroga del subsidio por desempleo. Luego de varias medidas de presión, que incluyeron un paro general de la industria, lo logramos”, recordó Cardozo.
“Después —agregó— se buscó alcanzar un acuerdo para que la empresa pague lo adeudado por licencia y algunos despidos”.
En este punto se gestionaron tres reuniones. En la primera, que se realizó en el marco de los Consejos de Salarios, la FOICA acordó, junto al Instituto Nacional de Carne (INAC) y al Ministerio de Trabajo, que se habilite, de forma excepcional a que la empresa venda un stock de 300 toneladas de carne con la condición de que lo recaudado se destine exclusivamente al pago de lo adeudado al personal.
“En una segunda reunión nos comunicaron que habían vendido 60 por ciento del stock de carne y que estarían en condiciones de abonar el 100 por ciento de las licencias, lo generado por aguinaldo y algunos despidos y que, si quedaba un remanente, ofrecerían un vale en dinero, como adelanto, a los demás trabajadores”.
En esa misma reunión plantearon la posibilidad de realizar tres faenas para que la empresa fuese considerada en actividad, requisito impuesto para poder continuar exportando y cotizando en Bolsa.
“Este planteo fue desestimado por los sindicatos porque implicaba que se cayera el subsidio por desempleo, y también por el Ministerio de Ganadería, porque abriría un precedente poco recomendable para la industria” explicó Cardozo.
Sundiro pretendía que además de que INAC habilitara excepcionalmente la venta del stock de carne para el pago de adeudos, también liberara contenedores con mercadería devuelta por Canadá, que están retenidos en el puerto de Montevideo.
El lunes 4 hubo otra reunión entre la Federación y los representantes de la empresa Sundiro en Uruguay. Allí se produjo un nuevo giro.
“Nos dijeron que aceptaban ofrecer el vale de adelanto para aquellos trabajadores y trabajadoras que no tenían haberes que cobrar en diciembre pero que pagarían, en vez del 100 por ciento de las licencias, el 70 por ciento. Lo rechazamos enfáticamente porque no era lo que habíamos acordado”.
Cardozo entiende que esta es una nueva maniobra de la transnacional china teniendo en cuenta que le es más favorable pagar los despidos y evitarse una demanda laboral que pagar las licencias que, en teoría, las puede aplazar gracias al acuerdo firmado en noviembre.
“Esta empresa desde hace años tiene como constante la irregularidad en todo su accionar. Es muy difícil no ser pesimista, entre otras cosas porque debe millones a los productores, que no se van a arriesgar a venderle ganado para faenar”, pondera Cardozo.
Tampoco los trabajadores y trabajadoras de ambos frigoríficos se muestran optimistas.
“En Rosario llevan años enfrentando estos vaivenes que han debilitado el accionar sindical y embretado a los obreros, que muchas veces tienen que aceptar lo mínimo por necesidad”.
El presidente de la FOICA informó que quedó pautada una nueva reunión para el próximo 18 de diciembre. Sundiro debería asistir a ella con una fecha concreta de reapertura.
“Esperaremos a ver qué sucede, si la empresa trae una propuesta formal para la reactivación, y con las herramientas que tenemos seguiremos peleando”, concluyó Cardozo.