Con Martín Cardozo
El proyecto de ley de reforma jubilatoria del gobierno uruguayo, que plantea entre otras cosas aumentar la edad de retiro de 60 a 65 años, volvió a poner en el tapete la situación de los trabajadores y las trabajadoras de la industria frigorífica.
Amalia Antúnez
29 | 03 | 2023
Martín Cardozo | Foto: Sutlcas
Al igual que en otras partes del globo, esta actividad es una de las que registra mayores índices de enfermedades profesionales, accidentes e incapacidad laboral.
En Uruguay hace casi una década que lidera el podio de enfermedades osteomusculares.
Según datos del Informe anual del Monitor de Enfermedades Profesionales del Banco de Seguros del Estado (BSE), la enfermedad laboral más frecuente en el sector frigorífico es la epicondilitis debido a trabajo intenso y repetitivo (70,44 por ciento), seguida de tenosinovitis crónica de la mano y la muñeca (14,28) y síndrome de túnel carpiano (10,34 por ciento).
“En un momento donde se debería estar analizando una reducción del tiempo de trabajo para los obreros y las obreras de la industria frigorífica nos vemos obligados a luchar para que no nos aumenten aún más la edad de retiro”, dijo a La Rel Martín Cardozo, presidente de la FOICA.
El 17 de marzo, este dirigente, así como otros integrantes de la Federación, participaron de una audiencia en la Cámara de Representantes en la que se recordaron estos datos ante la inminente aprobación de la reforma jubilatoria promovida por el gobierno.
“Según cifras oficiales la industria frigorífica concentró al 61,7 por ciento del total de trabajadores lesionados en el período 2021-2022. El rango etario que acumula mayor cantidad de diagnosticados por enfermedades profesionales está entre los 35 y los 44 años”, señaló Cardozo.
Entre enero y agosto de 2022 (último período registrado) hubo en la industria frigorífica más de 2.000 casos de accidentes. Fue el sector con mayor grado de incapacidades laborales.
Para Cardozo el sistema de trabajo a destajo, que implica a 9.000 de los 15.000 trabajadores del sector, explica que esta industria sea la que presente los mayores índices de lesiones por esfuerzo repetitivo.
El ritmo de trabajo excesivo no es el único factor que incide en el desgaste físico particular de los obreros y las obreras de los frigoríficos.
“No debemos olvidar las bajas temperaturas, los riesgos biológicos derivados de la zoonosis, la potencial fuga de amoniaco, las vibraciones intensas, las posturas forzadas”, dice el dirigente.
“El impacto de esta reforma no se verá solo en nuestro sector, pero sin dudas seremos, juntos con la construcción y los rurales, de los más perjudicados por la naturaleza misma de nuestro trabajo. Por esa razón es que rechazamos categóricamente este proyecto”, puntualizó.