“Lamentablemente no hemos avanzado en las negociaciones con Frigocerro y a medida que pasa el tiempo, ya entran en juego otros factores, como la necesidad de los trabajadores y trabajadoras”, señaló en diálogo con La Rel.

Cardozo explicó que el origen del conflicto, el despido abusivo de dos trabajadores, quedó en un segundo plano ante la medida de la empresa de no convocar para la faena a ninguno de los trabajadores y las trabajadoras afiliados al sindicato.

“Este frigorífico impone como condición para convocar a los compañeros y compañeras afiliados que firmen un acuerdo de productividad que contiene varios puntos desventajosos para el trabajador, pero sobre todo impone que renuncien a los derechos laborales que están en juicio”, subraya.

Los trabajadores y las trabajadoras de Frigocerro están en juicio con la empresa por diversas irregularidades en el pago de haberes y de algunos beneficios, como presentismo y licencias.

“El sindicato ofreció en la última reunión de negociación volver a la modalidad de pago que tenían en 2017, que incluía una prima por productividad vinculada al salario, más una cláusula que garantizaba que no irían a reclamar nada con anterioridad a esa fecha, propuesta que Frigocerro rechazó con una clara estrategia de dilatar el conflicto”.

Según el dirigente, la empresa amenaza con que si los trabajadores no ceden permanecerán al menos dos meses más en el seguro de paro.

“Tenemos elementos para demostrar ante la justicia que se trata de una clara persecución sindical y vamos a reclamar estos jornales caídos. Aguardamos la decisión de la asamblea para comenzar la denuncia judicial”, afirmó Cardozo.

La Rel consultó a Cardozo sobre dichos del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, que llamó a la FOICA a que no realizara paros que afecten a los animales destinados a faena.

“En primer lugar quisiera decir que el ministro Mattos siempre estuvo abierto a recibirnos con buena disposición, pero en este reclamo parece que se preocupa mucho por los animales y poco o nada por los trabajadores y trabajadoras de la industria”, ponderó.

Y agregó: “Otra salvedad es que él sabe bien que cualquiera de los frigoríficos que operan en Uruguay tiene sus plantas acondicionadas para que los animales permanezcan allí por días sin problemas, por lo que un paro sorpresivo no dañaría al ganado”.