Gastón Estrella, panadero, integrante de la Comisión Directiva de la Unión del Personal de Panaderías y Afines (UPPA), comenzó junto a familiares con una olla de comida el 6 de mayo viendo que los niveles de desocupación en su barrio y el hambre se acrecentaban. La Rel conversó con él para conocer más detalles de esta iniciativa surgida en medio de la pandemia del Covid-19: el merendero “La vecindad del Chavo”.
-¿Cómo nace esta acción solidaria?
-La idea surge el 1 de mayo haciendo un locro aquí en mi casa. Hablando de la pandemia con mi cuñada Evelyn Vargas y mi suegra Elena Escalada, surgió el tema que la gente no tenía trabajo en la zona (Gregorio de La Ferrere, provincia de Buenos Aires), y que algo teníamos que hacer.
En esa charla, donde se sumó Analía González, que también nos ayuda a preparar la comida, acordamos cocinar para los vecinos más necesitados y preguntar en Facebook si alguien nos podía dar una mano. Y así fue, gente amiga se acercó con fideos, un poco de verduras y algo que nosotros pusimos se completó la olla.
-¿Cómo fueron esos comienzos?
-Por parte nuestra de muchos nervios. Recuerdo que estuve con dolor de panza el día anterior (sonrisas)… porque quería que todo saliera bien.
Los vecinos se fueron acercando. Primero fueron 40 platos repartidos entre niños y mayores, y hoy estamos entregando alrededor de 160 platos.
-¿Cuántos días a la semana?
-Primeramente comenzamos a hacerlo los miércoles pero debido a la demanda de la gente que venía a preguntar decidimos hacerlo martes y jueves, y los sábados hacemos una merienda con tortas fritas, rosquitas o lo que se consiga.
-¿Y la gente cómo responde? ¿Colabora?
-La gente que me conoce fue la primera que se acercó. Además hay que resaltar que los mismos que vienen a retirar su plato traen paquetes de fideos, arroz, un poco de verdura.
También hay mucha gente que me dice que vaya a retirar lo que tienen para colaborar, y todo sirve como para llenar la olla y la vecindad está contenta.
-¿Por qué el nombre de “La vecindad del Chavo”?
-Surge porque yo son fanático del Chavo (sonrisas). Tengo remeras, siempre lo veo, no hay un día que no vea un capítulo. Primero se me ocurrió ponerle “La vecindad de los chavitos”, pero mi cuñada dijo vamos a ponerle “La vecindad del Chavo”.
Hoy tenemos una página en Facebook como merendero “La vecindad del Chavo”. Muchos se comunican a través de allí para poder colaborar. Por mínimo que sea es muy valioso para nosotros.
Este es un momento muy duro en todo el país y más aún acá en Buenos Aires donde las necesidades crecen.
-¿Continuás trabajando en la panadería?
-Sí, y sigo en el sindicato. Los reclamos o dudas de nuestros afiliados se administran en buena parte por vía telefónica y eso me permite tener más tiempo para el merendero.
Cuando todo esto pase, porque va a pasar, y se reactive el trabajo en la organización, seguirán mi cuñada y mi suegra con los preparativos hasta que llegue del trabajo y me sume, porque la idea es no dejar de cocinar para la gente que lo necesita.
-Nuestras sinceras felicitaciones…
-Muchas gracias a ti y a la Rel UITA por dar visibilidad a esta iniciativa solidaria. Estamos viendo que hay muchos chicos que necesitan tener un plato de comida caliente, más ahora en el invierno, o la merienda de los sábados, donde acceden a un mate cocido con leche, a una chocolatada calentita.
Esto nos da mucha gratificación porque lo hacemos de corazón y a pulmón. Nosotros compramos cosas como la garrafa para cocinar, utensilios, condimentos, todo para que el plato salga como si estuviésemos comiendo con la familia. De ahí “La vecindad del Chavo”.