Los 34 trabajadores rescatados entre el jueves y el viernes pasado permanecieron durante un mes en condiciones precarias y degradantes en la estancia “Campinho” en la localidad de Rancho Queimado, según informa el sitio del MPT.
Estaban sin contrato y sus libretas de trabajo (el documento que registra los servicios para la Previsión Social) habían sido retenidas por los propietarios del establecimiento, no recibieron ningún tipo de remuneración y ya no tenían para comer.
Según relatan los damnificados, partieron de sus ciudades de origen con una propuesta laboral para extracción de madera en São Paulo y al llegar ahí fueron informados que la empresa tenía un problema y derivados a Santa Catarina.
Los trabajadores relataron que fueron alojados en una casa sin muebles ni agua potable, teniendo que dormir en colchonetas delgadas y pasando frío pues tampoco tenían ropa de cama ni cobertores.
Los fiscales del Ministerio extendieron la inspección a la zona de la extracción de la madera, donde constataron otra serie de irregularidades.
El local fue clausurado de inmediato por no contar con agua potable, instalaciones sanitarias ni espacio adecuado para la alimentación del personal.
Además, las motosierras utilizadas por los trabajadores no contaban con los dispositivos de seguridad necesarios.
“A los que no tenían motosierra, se les ofrecía una pero el valor les sería descontado posteriormente del salario”, denunció uno de los trabajadores a los fiscales del Ministerio.
El procurador de Trabajo Acir Hack, representante de la Coordinadora de Erradicación del Trabajo Esclavo (CONAET) en Santa Catarina, afirmó que el MPT levantará una causa por daños morales en caso que la empresa maderera no cumpla con los ajustes requeridos por el organismo.
Ilustración: Allan McDonald