Guardianes de nuestro futuro

En la vasta extensión de la Amazonia, donde los ríos dibujan laberintos y los bosques custodian secretos milenarios, los pueblos indígenas enfrentan una realidad que pocos se atreven a mirar de frente.

La naturaleza tiene dueño: el dinero

En la madrugada del 17 de julio, Día de Protección de las Selvas, mientras la mayoría de los brasileños dormía −y muchos aún soñaban con el país que un día podría haber sido−, una mayoría en la Cámara de Diputados brasileña selló un pacto con la devastación.

Amos, cipayos y oligarcas, sicarios del “ogronegocio”

La Amazonia se ha convertido en un infierno: llamas, humo, sequedad, muerte masiva de fauna autóctona, ríos agonizantes, riesgos severos para los seres humanos. Arden vastas zonas de su selva y el Pantanal, el mayor humedal del mundo, así como de las sabanas de El Cerrado y los bosques atlánticos de la costa oriental de Brasil.

Faces in the smoke

Impunity, greed, economic, social, and political terrorism perpetrated by criminal elites, foolishness, hypocrisy, and ignorance—these are the real fuels igniting the Amazon fires. The forest is being consumed in those fires, along with thousands of human beings whose lives are deemed to be worth less than the spark that sets off the fires.

Rostros en el humo

La impunidad, la codicia, el terrorismo económico, social y político de las elites mafiosas, la insensatez, la hipocresía y la ignorancia son los verdaderos combustibles que encienden las hogueras amazónicas. En ellas arden la floresta y miles de seres humanos cuyas vidas cotizan menos que la chispa que enciende la fogata.