Recordemos al compañero Salvador Allende, que murió defendiendo el socialismo democrático, que pretendió construir junto a la clase trabajadora chilena.
Los perros guardianes del capitalismo nacional e internacional lo impidieron, jugando el imperialismo norteamericano un papel central en el golpe de Estado del 11 de setiembre de 1973, hace hoy 44 años, y en la represión posterior, que hizo desaparecer a miles de personas comprometidas con un futuro de esperanza e ilusión para su país.
Esta, al igual que miles de historias similares, a lo largo y ancho del mundo, forman parte de nuestra memoria histórica.
Sobre ella tenemos que seguir construyendo el socialismo, en detrimento de un capitalismo de rapiña que no es la solución para la organización económica, social y política que necesitamos.