En su más reciente boletín informativo, el Stibys explica que la transnacional se niega a cumplir con una sentencia firme de la Corte de Apelaciones del Trabajo, con la cual se le ordena volver a abrir las dos rutas que históricamente atendían a la corporación Walmart.
Dichas rutas fueron cerradas aduciendo que Walmart prefiere comprar el producto -unas 40.000 cajas mensuales- directamente en las bodegas de la empresa, algo que violenta el convenio colectivo firmado entre el Stibys y la Embotelladora La Reyna.
De acuerdo con la sentencia de la Corte de Apelaciones, la tercerización de estas dos rutas crea un precedente muy peligroso, ya que con tal acto “se corre el riesgo que todos los clientes de Embotelladora La Reyna decidan comprar el producto en las bodegas de distribución de la empresa”.
Esta situación conllevaría “cancelación de rutas y despido de trabajadores”, violentando la estabilidad laboral estipulada tanto en el convenio colectivo como la Constitución de la República.
En su nota informativa, el Stibys advierte también sobre una readecuación de rutas que estaría afectando a 12 rutas convencionales, a las cuales la empresa ha quitado los 20 mejores clientes para pasárselos a las rutas de mercados especiales.
De esta manera CBC Honduras estaría fomentando la discordia entre los mismos trabajadores.
El Stibys acusa también la transnacional de estar atentando contra el derecho a la negociación colectiva, implementando maniobras dilatorias como la presentación de contrapliegos y propuestas que buscan desmejorar los derechos adquiridos.
Después de más de 6 meses de plática directa sin lograr mayores avances, las partes decidieron pasar a la etapa de mediación.
Tras el análisis del pliego de peticiones del sindicato, el mediador consideró el conflicto de carácter económico-social y lo comunicó a la empresa.
PepsiCO se opuso a dicha resolución, aduciendo que 13 cláusulas serían de carácter jurídico y no económico, y que hay otras que serían meramente administrativas en las cuales “el sindicato no tiene que meterse”.
Pese a que el Ministerio del Trabajo resolviera sin lugar, dos recursos de la empresa, la transnacional está amenazando con recurrir ante los tribunales, entorpeciendo aún más el proceso de negociación.
Esta misma estrategia dilatoria fue usada en la pasada negociación que duró más de tres años.
“No lo vamos a tolerar y nadie nos detendrá en ir a la huelga, si es necesario”, advierte el Stibys en su boletín informativo.