05
Mayo
2017
Una nueva víctima de la violencia en el campo
Asesinan a líder rural en Pará
Contag
Kátia Martins, presidenta de la Asociación de Trabajadores y Trabajadoras del campamento 1 de Janeiro, fue asesinada en Castanhal, al noreste de Pará.
La trabajadora y líder rural, de 43 años, recibió cinco disparos en una emboscada que tuvo lugar la noche del pasado jueves 4 en su propia casa, ubicada en el campamento 1 de Janeiro, cerca de la frontera de los municipios de Castanhal y São Domingos do Capim, en el noreste de Pará.
Kátia era presidenta de la Asociación de Productores Familiares del asentamiento y fue asesinada alrededor de las 20 horas frente a su nieto de tan sólo ocho años.
De acuerdo con Pablo Esquerdo, del Sindicato de Asalariados Rurales de Castanhal, el crimen posee todas las características de una ejecución. Los dos asesinos aparecieron en una motocicleta cuando ella llegaba a casa después de una reunión.
Según testigos del hecho, Kátia alcanzó a correr y pidió que no mataran a su nieto.
El campamento 1 de Janeiro se encuentra en el kilómetro 20 de la ruta 127, que une la región central del estado, donde hace cinco años viven 94 familias. Kátia siempre se destacó como líder en la zona.
Pablo Esquerdo señaló que el sitio es una zona de conflicto y Kátia Martins había sufrido amenazas previas. “Hay grupos rivales de la asociación que querían vender la tierra”, dijo.
Pero Kátia luchaba para asegurar la calidad de vida de las familias asentadas. La mañana de su muerte, incluso, había participado en una reunión para financiar algunos proyectos para el asentamiento a través del Banco de la Amazonía (Basa).
La muerte de Kátia Martins se suma a la triste estadística de muertes por conflictos agrarios en Pará.
En los últimos años se viene dando un recrudecimiento de la violencia en el estado.
Según la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), en 2014 hubo 36 muertes, llegando a 50 en 2015, mientras que el año pasado se registraron 61 asesinatos en el marco de los conflictos por la tierra.
Kátia era presidenta de la Asociación de Productores Familiares del asentamiento y fue asesinada alrededor de las 20 horas frente a su nieto de tan sólo ocho años.
De acuerdo con Pablo Esquerdo, del Sindicato de Asalariados Rurales de Castanhal, el crimen posee todas las características de una ejecución. Los dos asesinos aparecieron en una motocicleta cuando ella llegaba a casa después de una reunión.
Según testigos del hecho, Kátia alcanzó a correr y pidió que no mataran a su nieto.
El campamento 1 de Janeiro se encuentra en el kilómetro 20 de la ruta 127, que une la región central del estado, donde hace cinco años viven 94 familias. Kátia siempre se destacó como líder en la zona.
Pablo Esquerdo señaló que el sitio es una zona de conflicto y Kátia Martins había sufrido amenazas previas. “Hay grupos rivales de la asociación que querían vender la tierra”, dijo.
Pero Kátia luchaba para asegurar la calidad de vida de las familias asentadas. La mañana de su muerte, incluso, había participado en una reunión para financiar algunos proyectos para el asentamiento a través del Banco de la Amazonía (Basa).
La muerte de Kátia Martins se suma a la triste estadística de muertes por conflictos agrarios en Pará.
En los últimos años se viene dando un recrudecimiento de la violencia en el estado.
Según la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), en 2014 hubo 36 muertes, llegando a 50 en 2015, mientras que el año pasado se registraron 61 asesinatos en el marco de los conflictos por la tierra.