Han pasado dos administraciones en México, una bajo la cual el crimen sucedió, y otra, en que una de sus principales promesas fue esclarecerlo.

Pero ahora termina el sexenio con fuertes reclamos de no haber cumplido con una de las promesas fundacionales de este gobierno: impartir justicia y evitar el flagelo de la desaparición forzada.

Ni uno ni otro se cumplió en los seis años anteriores. Y para muestra está el caso del padre e hijo Lagunes-Díaz.

El domingo 15 de enero de 2023, Ricardo Arturo Lagunes Gasca, abogado defensor de derechos humanos, y el profesor Antonio Díaz Valencia, líder social de la comunidad indígena de Aquila, Michoacán, fueron víctimas de desaparición forzada cuando se trasladaban en las inmediaciones de Cerro de Ortega, región que limita Michoacán y Colima.

Habían participado en una asamblea comunitaria en medio de una lucha contra la minería. Ambos habían denunciado ante las autoridades constantes amenazas por su trabajo en defensa de los derechos humanos.

La marcha de este 26 de septiembre fue la más numerosa de los últimos años, pese a las acusaciones desde el gobierno de que las familias de los estudiantes desaparecidos han sido manipuladas por la agencia antidrogas estadounidense DEA o por agentes externos.

Fueron miles de personas que marcharon desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo capitalino acompañando con solidaridad, cariño y empatía a las familias dolientes y buscadoras.

La masiva y multitudinaria marcha que crecía al pasar de la tarde, a pesar de la constante lluvia, contó con representación de contingentes de las escuelas normales, estudiantes, organizaciones sociales, sindicales y populares de todo el país.

También una delegación del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU acompañó el recorrido.

En el acto central, frente al Palacio Nacional, el obispo Raúl Vera emitió un mensaje de apoyo a la causa de la justicia y padres y madres de las víctimas, que vienen denunciando la falta de congruencia del gobierno saliente y enfatizando que continuarán su lucha, gobierne quien gobierne, por verdad y justicia.