“En primer lugar, no nos equivocamos en elegir el tema: “Libertad”, destacó Jair.

Parecía un tema cantado, al conmemorarse en este 2023 el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

“Pero no fue solo eso: estamos viviendo actualmente, en todo el mundo y muy especialmente en América Latina, momentos de gravísimas amenazas para el ejercicio libre del periodismo. No tanto de las empresas periodísticas, que hacen sus negocios de todas maneras, sino de los y las periodistas que arriesgan su piel y hacen bien su trabajo”, dijo Krischke.

“Es a ellos y a ellas a quienes premiamos”.

La elección del MJDH –y de la Orden de Abogados de Brasil (OAB) y la Rel UITA, que copatrocinan el premio– fue convalidada por los propios periodistas: hubo una participación récord, con 414 inscritos.

A las categorías tradicionales (audio, televisión, documental, fotografía, crónica, reportaje y gran reportaje, y la académica, destinada a incentivar a los jóvenes de las escuelas de periodismo) este año se le sumó la de trabajos online.

El premio refleja las tendencias visibles en la profesión. La mayor participación se dio precisamente en la categoría online: 107 postulaciones. Le siguieron la de reportaje (96) y la académica (60).

En fotografía, en cambio, el número de participantes decae año tras año: en este 2023 se presentaron solo 30. Jair lo ve como “un signo del espacio cada vez menor que tiene la fotografía en los medios”.

“La calidad fue muy buena”, dice, y subraya que el premio del MJDH es considerado en Brasil como “el Oscar del periodismo”. “No les damos un peso, un real, a los ganadores: solo trofeos, diplomas. Saben, eso sí, que apuntamos a la calidad, a la profundidad de textos e imágenes, y es eso lo que los atrae”.

El “gran premio” del jurado, el Premio Especial Libertad, fue para La torre, un libro en el que la periodista Luiza Villamea cuenta la vida cotidiana de presas políticas en una cárcel de la dictadura brasileña.

Entre los estudiantes de periodismo, la recompensa fue para “Buscarita, la ciencia aliada de los derechos humanos”, una investigación de Beatriz Gatti de Castro sobre la búsqueda de hijos de desaparecidos en la Argentina del Plan Cóndor.

Varios trabajos colectivos fueron distinguidos: en televisión, uno sobre los “coyotes” en la frontera entre México y Estados Unidos; en audio, una producción sobre “La invención de la propiedad privada”; en la categoría online, uno sobre “Las empresas cómplices de la dictadura” brasileña; en documentales, uno sobre los recientes asesinatos de un periodista británico y un guía brasileño en la Amazonia…

La ceremonia de entrega de los premios, que se realizó el viernes 8 de diciembre, fue también, dice Jair, “un momento precioso. Sobre todo, porque hubo muchísima gente, más de 150 personas, lo que me dejó muy contento. Es muy emotivo siempre escuchar a los ganadores cuando presentan sus trabajos y hablan sobre cómo los hicieron, las dificultades que encontraron. Este año lo fue especialmente”.

El lugar de la premiación ayudó a la comunión buscada: la sede la OAB en Porto Alegre, El Cubo, “construida de manera tal que todos podemos vernos”

El MJDH está preparando un libro sobre los 40 años del premio. “Será una muy buena ocasión para recorrer estas últimas décadas de evolución política y social en Brasil, tan, tan fuertes”.

Junto a la OAB, “estamos definiendo aún cómo hacerlo, porque hay una enormidad de trabajos premiados en estos cuarenta años. Solo en fotografía tenemos para uno o varios libros. Hay que ajustar costos, formatos. Veremos cómo hacemos para resumir esa historia tan rica”.

La idea en presentar el libro a mediados del año próximo. Un desafío más para el infatigable Jair.