“Me hicieron amarrar un lazo en el abdomen para que cada vez que tuviera un pensamiento pecaminoso, tirase de ese lazo”. La activista Érica Salinas cuenta su experiencia con una iglesia de Hermosillo, en Sonora.
“Me hicieron amarrar un lazo en el abdomen para que cada vez que tuviera un pensamiento pecaminoso, tirase de ese lazo”. La activista Érica Salinas cuenta su experiencia con una iglesia de Hermosillo, en Sonora.