Panamá es el ejemplo vivo de una sociedad que se moviliza masivamente en las calles y cuyas luchas no trascienden internacionalmente por el bloqueo mediático.


Panamá es el ejemplo vivo de una sociedad que se moviliza masivamente en las calles y cuyas luchas no trascienden internacionalmente por el bloqueo mediático.

El Movimiento Panamá Solidario (MPS), expresión del movimiento social panameño, es un espacio autónomo y articulado por diversos sectores activos y participativos del movimiento social panameño.

El Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs) está bajo ataque gubernamental, igual que todos aquellos sectores y organizaciones sociales y sindicales que, en Panamá, se atrevieron a salir a las calles contra la nefasta ley 462, la expansión minera y la tambaleante soberanía nacional.

El Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares de Panamá (SUNTRACS), está en la mira del aparato represor del presidente José Raúl Mulino.

Desde abril de 2025, la ciudad de Changuinola en Bocas del Toro vive una intensa jornada de huelga nacional que agrupa a docentes, trabajadores bananeros y comunidades locales.

“La situación en Panamá se complica día a día. Cómo va a terminar, nadie lo sabe”, enfatizó Dídimo Meléndez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Cervecera de Panamá (STICP).

Este viernes 20 de junio, sectores del pueblo panameño que rechazan la Ley 462, el extractivismo minero y se oponen al acuerdo de entendimiento firmado con Estados Unidos, volvieron a manifestarse por las calles de la ciudad capital.

Como supimos estar en las primeras manifestaciones que se realizaron contra la expansión minera en 2022 y acompañamos las principales marchas en 2023 y 2024, hoy decimos presente cuando el país se desliza hacia un despeñadero autoritario y el gobierno de José Raúl Mulino desprende un tufo dictatorial.

El presidente José Raúl Mulino sacó a la calle al aparato represor del Estado. La cacería incluye a sindicalistas bananeros y de la construcción. En el radar están también los dirigentes del magisterio.

Corrupción y malos manejos llenan los bolsos de los sectores dominantes.