El secretario general de la Federación de Servicios de CCOO, José Mª Martínez expuso las consideraciones del sindicato sobre un turismo sostenible que promueva un trabajo decente en el que se respete la libertad sindical, la negociación colectiva y se alcancen condiciones laborales dignas.
Ya nadie duda que el turismo es motor importante del desarrollo socioeconómico y tiene un gran potencial para estimular la creación de empresas y de empleos, especialmente para mujeres y jóvenes, y que facilita el desarrollo de infraestructuras y servicios públicos al tiempo que favorece crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.
Por ello, a juicio de CCOO «los gobiernos están obligados a diseñar, promover y aplicar políticas y estrategias amplias sobre el desarrollo de un turismo sostenible, desde el nivel nacional hasta el nivel local, en asociación con los interlocutores sociales y otras partes interesadas de los sectores públicos y privados».
La gestión de los recursos humanos permitiría reducir al mínimo el desajuste entre las competencias profesionales y el nivel de competencias efectivo del personal, al contribuir a que la oferta de competencias responda adecuadamente a la demanda.
Para CCOO no puede haber una industria turística sostenible y de calidad si no hay trabajo decente. Para ello «hay que garantizar la libertad sindical y los derechos de sindicación, asociación y negociación colectiva», derechos humanos que promueven la democracia, la buena gobernanza del mercado laboral, unas condiciones laborales dignas y la seguridad de los ingresos del trabajo.
«En ese sentido la negociación colectiva cumple un papel importante en la mejora del desempeño de las empresas turísticas, en la gestión del cambio y en el desarrollo de las relaciones laborales», manifestó José Mª Martínez.
La aplicación de un enfoque estratégico al desarrollo de los recursos humanos es esencial para crear un sector turístico atractivo, productivo y sostenible.
Por lo tanto, uno de los retos que ha de afrontar la industria turística
Es la apuesta por más y mejor empleo para mejorar la relación precio-calidad-servicio. «Solo así conseguiremos que los millones de turistas se vayan satisfechos del servicio recibido».
Los empleos de calidad y con derechos, basados en contratos fijos y fijos discontinuos, contribuyen a la motivación de la plantilla y esto se nota en la atención que se le depara a la clientela.
Para ello hay velar por que estas políticas se basen en un análisis sólido de la oferta y la demanda de competencias e incluyan a todas las instituciones de educación y de formación profesional pertinentes, como las escuelas e institutos, las instituciones de enseñanza y formación técnica y profesional y los establecimientos de enseñanza superior, habida cuenta de que todas estas entidades pueden hacer importantes contribuciones al perfeccionamiento profesional de la fuerza de trabajo del turismo.
Incluso mediante programas específicos de EFTP para las personas que se incorporan al sector y también por medio de actividades de capacitación y adquisición de destrezas de gestión para los trabajadores empleados en las diferentes profesiones del turismo.
A su vez debemos de sensibilizar al sector sobre los derechos de los trabajadores del turismo, y sobre la necesidad de contar con las competencias necesarias para divulgar los valores y conocimientos relativos a las responsabilidades de los actores pertinentes en materia de igualdad de género y no discriminación, tolerancia y respeto de la diversidad.
Todo con el objetivo de encarar la segregación profesional y la brecha salarial entre hombres y mujeres, prestando especial atención al desarrollo profesional de las mujeres, en particular promoviéndolas a puestos superiores y directivos, y ofreciéndoles oportunidades laborales en ámbitos de trabajo no tradicionales, como los departamentos de cocina y servicios técnicos en función de sus cualificaciones.
La irrupción de la digitalización está provocando una transformación profunda de los modelos empresariales y de negocio, así como de la formas y contenidos del trabajo de determinadas ocupaciones, que afecta a prácticamente todas las actividades que engloba el sector, desde las agencias de viaje hasta la hostelería, servicios de alojamiento y otros servicios.
La economía digital es un proceso social en construcción, cuyos impactos potenciales están condicionados por factores estructurales de índole tanto tecnológica como social e institucional, así como por las estrategias concretas que adopten los distintos actores involucrados en su desarrollo.
El desarrollo de la economía digital suscita numerosos interrogantes sobre sus implicaciones en el mundo del trabajo, como la evolución del empleo, los contenidos del trabajo, la situación profesional, las condiciones de trabajo, la protección social y las relaciones laborales.