-¿Cómo evalúas este preacuerdo alcanzado el lunes 18?
-Sin dudas es innovador y aunque nos hubiese gustado que fuera más amplia la responsabilidad de las empresas matrices con relación a las tercerizadoras es un gran logro para los colectivos que sí están incluidos, entre ellos las camareras de piso.
-¿Cuál crees que fue el motivo principal para que la patronal de la hostelería cediera ante las reivindicaciones sindicales?
-Tenemos que poner en claro que este es un éxito de la clase obrera del sector y no únicamente de la comisión negociadora. Miles de trabajadores y trabajadoras se han lanzado a las calles a defender sus derechos.
Hay que tener en cuenta que no solo se salió a reivindicar nuevas condiciones salariales sino a defender derechos históricos que los empresarios pretendieron quitarnos.
-¿Consideras que este acuerdo puede sentar un precedente para el sector con relación a las externalizaciones?
-Sí, a a dos niveles: primero, desde el punto de vista de la salida técnico-jurídica para encontrarle la vuelta a la legislación sobre externalizaciones, y segundo, la defensa que hizo toda la clase obrera de sus derechos, la unidad de trabajadores y trabajadoras a la hora de luchar por mejores condiciones para el sector, en especial las camareras de piso.
-¿La campaña internacional de la UITA por la dignificación de las camareras tuvo incidencia en esta instancia?
-Ha sido de vital importancia en este proceso de lucha, porque hizo que las compañeras se dieran cuenta que son ellas las primeras que tienen que defender sus derechos.
Los sindicatos somos grupos de trabajadores y trabajadoras que sin las bases no podemos hacer mucho.
La UITA abrió las puertas para que estas compañeras tuvieran voz y pudieran exponer la precariedad de su trabajo, las malas condiciones laborales y de salud que padecen y algo más que valioso: se logró que hoy por hoy toda España esté al tanto de esta realidad.
Avanzamos, dimos un paso importante para seguir luchando.