No es que sea precisamente una sorpresa en el paraíso de los agrotóxicos en que se ha convertido el Brasil de Jair Bolsonaro, pero las revelaciones sobre los desmanes de su gobierno en el plano sanitario y ambiental se siguen acumulando: ahora se divulgó que un insecticida prohibido no sólo en el primer mundo sino también en Argentina se sigue y se seguirá vendiendo en el gigante sudamericano porque sus autoridades lo consideran inocuo.
