Era la última oportunidad para las víctimas civiles vietnamitas del agente naranja, el veneno fumigado por Estados Unidos durante la guerra de Vietnam responsable de la muerte y graves enfermedades de centenares de miles de personas. Un juez francés había admitido que el caso se examinara en su país, pero finalmente no habrá justicia.
Gracias a una modificación de la ley francesa de 2013, que permite a los ciudadanos franceses litigar contra empresas extranjeras que les hayan causado algún tipo de daño, Tran To Nga, una casi octogenaria franco-vietnamita afectada personalmente (ella y su familia) por el agente naranja, demandó a 14 transnacionales fabricantes de ese súper veneno, considerado entre los más dañinos jamás producidos.
Los abogados de la denunciante presentaron ante el tribunal de Evry, una ciudad de la periferia de París, pruebas concluyentes de las consecuencias sufridas por Tran por su exposición al agente, que son las mismas que padecieron sus hijos (una de ellas murió siendo bebé) y cientos de miles de personas fumigadas con ese producto, 150.000 de las cuales nacieron con graves malformaciones genéticas.
Las demandas presentadas ante tribunales estadounidenses contra esas mismas empresas (entre ellas Monsanto, hoy propiedad de Bayer, y Dow Chemical) por la Asociación Vietnamita de Víctimas del Agente Naranja habían fracasado estrepitosamente.
En 2005 la justicia de ese país se plegó a los argumentos de las compañías de que no había pruebas de que los males denunciados tuvieran que ver el agente, que en todo caso ellas no eran responsables de su uso por el Ejército y que los defoliantes y herbicidas no estaban comprendidos por la Convención de Ginebra.
Los tres argumentos eran falsos, pero en Estados Unidos las compañías ganaron.
Sólo algunos veteranos de guerra que pelearon junto al ejército invasor (estadounidenses, australianos, coreanos) han obtenido algún tipo de indemnización por el uso de ese veneno. También algunos civiles estadounidenses, funcionarios de las empresas fabricantes, que lo manipularon. Nunca un civil vietnamita.
La esperanza de las víctimas estaba ahora fijada en Francia, pero las transnacionales volvieron a triunfar: el tribunal de Evry consideró que el Estado francés no puede juzgar los actos de un Estado extranjero durante una guerra y el lunes declaró inadmisible la demanda de Tran.