Lograr la igualdad de género y empoderar a las mujeres rurales, que representan una cuarta parte de la población mundial, es esencial en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre y el cambio climático.

Lograr la igualdad de género y empoderar a las mujeres rurales, que representan una cuarta parte de la población mundial, es esencial en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre y el cambio climático.
Dirigente del sindicato británico Unite the Union participó por primera vez de una reunión del Grupo Profesional de Trabajadores y Trabajadoras de la Agricultura (GPTA), realizado en Bogotá, los días 18 y 19 de setiembre y evaluó el gran conocimiento que se lleva del encuentro.
Informe del secretario regional sobre la situación en América Latina.
Sue Longley, secretaria general de la UITA participó la reciente reunión del Grupo Profesional de Trabajadoras y Trabajadores de la Agricultura (GPTA) realizado en Bogotá, los días 18 y 19 de septiembre.
Las corporaciones de la agroindustria se lanzan sobre el sector de los bioinsumos que viene creciendo de manera incesante desde hace varios años.
El 24º Grito da Terra Brasil movilizó a cerca de 10 mil agricultores y agricultoras de todo el país en Brasilia en busca de cambios, en la defensa de los derechos de los pueblos del campo, de la floresta y de las aguas, exigiendo políticas públicas que fortalezcan la agricultura familiar y su relación intrínseca con la reforma agraria y la preservación ambiental.
“Si no cuidamos la tierra, el agua, no tendríamos con qué vivir; la Pachamama nos da generosamente lo que necesitamos y nosotras cuidamos y protegemos a nuestra madre tierra”
En 1994, el Grito da Terra Brasil resonó por primera vez, uniendo la lucha de los trabajadores y trabajadoras rurales por mejores condiciones de vida y trabajo.
El mismo día que cumplió cien días en el gobierno, el presidente argentino Javier Milei anunció una medida altamente simbólica de su gestión: el cierre del Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI).
Luego de varias semanas las movilizaciones de agricultores y agricultoras que gradualmente fueron incorporando mayores grados de violencia sin que recibieran la acostumbrada respuesta represiva del Estado, parecen ahora haber entrado en un impasse.