El cultivo de la piña en Costa Rica debe regularse, tanto en relación al uso de agrotóxicos como para prevenir formas de explotación laboral a los trabajadores y sus familias, en su mayoría migrantes.

El cultivo de la piña en Costa Rica debe regularse, tanto en relación al uso de agrotóxicos como para prevenir formas de explotación laboral a los trabajadores y sus familias, en su mayoría migrantes.
En esta nota*, Jesús Uzkudun Illarramendi, un sindicalista de Comisiones Obreras jubilado y portavoz de la Asociación Vasca de Víctimas del Amianto, llama la atención sobre el aumento del número de cáncer contraídos en el lugar de trabajo y convoca a los sindicatos a pasar a la acción.
No pueden existir cuerpos sanos en territorios enfermos, dice Damián Verseñassi, director del Instituto Nacional de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), en Argentina. Durante casi una década, este especialista en Medicina Legal coordinó los llamados campamentos sanitarios, un trabajo de extensión que los estudiantes debían realizar al final de la carrera.
Decenas de miles de extrabajadores aseguran que son estériles debido a un pesticida utilizado por empresas estadounidenses en plantaciones de banano en América Latina en la década de 1970. Grace Livingstone investigó en Panamá la lucha de décadas de los trabajadores por obtener justicia.
Suicidio y agricultura constituyen una combinación tóxica cada vez más evidente. Esto es lo que se desprende de un documental recién publicado (disponible aquí) por Folha de São Paulo [1], en el que se denuncia el preocupante fenómeno, en constante aumento, de los suicidios en las zonas rurales [2].
¿La agricultura brasileña está interesada en la fabricación y exportación de pesticidas que causan cáncer, malformación fetal, aborto, trastornos hormonales, enfermedades neurológicas y pubertad precoz?
Ciudad en Rio Grande do Sul investiga las causas de sus altos niveles de depresión y suicidio.
El de “libertad responsable” es un concepto que el muy liberal gobierno de Luis Lacalle Pou ha aplicado hasta la saciedad para quitarle al Estado cualquier capacidad de control. Ahora le ha llegado el turno a los agrotóxicos.
El agua que abastece a 127 ciudades brasileñas en las que viven unas 5,5 millones de personas está altamente contaminada por agrotóxicos, y esa contaminación estaría en el origen de al menos medio millar de casos de cáncer. El estado y los productores sojeros se lavan las manos.
Este miércoles 22 de junio, en el marco del 50 período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió que la menstruación sea reconocida como un “tema de salud y de derechos humanos” y no “de higiene”.