Anita fue una de las jóvenes asalariadas rurales que participó del taller de mujeres rurales realizado recientemente en Natal. Su relato enfatiza sobre las penosas condiciones de labor en el nordeste de Brasil, las que tantas veces hemos denunciado en la producción melonera en Honduras. El melón que llega a Estados Unidos y a Europa, inmaculado y brillante, lleva consigo la misma carga de sufrimiento.









